El artista Katsushika Hokusai en el año 1833 realizó los grabados que dieron origen a la obra que estamos contemplando, “La gran ola de Kanagawa” o mejor recordada como “Bajo una ola en altamar en Kanagawa”. Realizada en estilo ukiyo-e es una de las más conocidas estampas del arte japonés.
Con los grabados originales se realizaron miles de copias que hoy están depositados en varios museos de todo el mundo y entre coleccionistas particulares. Muestra como una gran ola se desploma sobre varias barcas de pescadores, buscando una similitud de la espuma del agua con los copos de nieve del monte Fuji que vemos al fondo.
Ayer El Mundo nos recordaba unas palabras del autor poco antes de recibir el encargo de esta serie de 36 grabados sobre el Monte Fuji: "Estoy sin dinero, sin ropa, apenas lo suficiente para comer. Si no me llega un encargo para la mitad del segundo mes, para mí no habrá primavera"
Cuando acabó la serie escribió: "A los 73 años aprendí algo sobre la forma verdadera de las cosas (...), a los 80 años habré hecho un cierto progreso (...) a los 100, seré un artista divino..." Falleció a los 89 años de edad.