Hacia el año 1495, el pintor El Bosco realizó esta tabla al óleo de 138 x 138 cm “Adoración de los Magos”, por encargo del matrimonio Pieter Bronchorst y Agnes Bosschuyse para colocarla en la capilla de la Cofradía de Nuestra Señora de la catedral de Hertogenbosch.
Confiscada por el duque de Alba, éste se la regaló al Rey Felipe II. En el año 1574 se traslada esta obra al monasterio de El Escorial, donde permanecerá hasta su traslado al Museo del Prado en 1839, donde se encuentra expuesta. Es una obra cumbre donde El Bosco nos muestra toda su categoría y su forma de construir obras con personajes icónicos, con los que va contando historias, tanto en ellos como en todos los elementos que van apareciendo en el suelo o en las manos de los personajes. Nada está por casualidad, y todo representa un mensaje.
No es fácil encontrar en esta obra a San José, en un segundo plano del total de la obra, secando los pañales del Niño.