El arte tienen sorpresas en cualquier esquina. Paseando por New York, en una acera un joven vendía cuadros con una temática cuando menos curiosa y simpática. De un tamaño considerable, no eran Boteros, pero casi. No es cubismo, sino circulismo. Pero sin duda son obras originales y con una mirada atrevida de lo que puede ser ver con ojos de lascivia.