Esta obra es de Francisco Murillo, un leve artista que pinta para gozar, para relajarse y disfrutar de su trabajo. No es academicista, no viene de ninguna escuela, pero logra excelente nocturnos con pastel y los dedos, terminando con algunos toques de la propia tiza, para remarcar detalles.
La obra está inspirada en la Escuela pictórica de Olot, un movimiento artístico catalán del siglo XIX, que buscaba en el paisaje y el dibujo, el trabajo pictórico de mostrar sensaciones desde muy diversas técnicas.
La obra está inspirada en la Escuela pictórica de Olot, un movimiento artístico catalán del siglo XIX, que buscaba en el paisaje y el dibujo, el trabajo pictórico de mostrar sensaciones desde muy diversas técnicas.
No es necesario nada más para adentrarse en el mundo de la creación. La Maja desnuda hace muchos años que ya se pintó, y no se trata de empezar pintando cuadros que se puedan comparar. Pintar es crear, pero sobre todo es disfrutar de lo que se hace. Nadie escribe, habla o cocina para pasar a la posteridad. Algunos lo logran, pero empiezan aprendiendo y practicando.
Un buen soporte, en este caso un papel grueso y de calidad. Pasteles de color y que tengan una calidad media para que no se pierda su intensidad, un poco de técnica, empezar con una base de negro por todo el papel, para después ir dando luces, y terminar con un barniz que fije el trabajo. Nada más…, y nada menos