No se debe pasear por la ciudad de New York sin visitar su catedral católica, como ya dije en esta entrada anterior.
Y sin duda hay que deleitarse con sus exteriores, con su puerta de entrada en bronce. Estas visitas hay que hacerlas con calma, pues no hay muchas ocasiones de poder viajar a New York.
Así que se deben disfrutar aquellas obras de arte que resultan muy miradas, pero poco vistas.