—¿Por qué tan serios?
Y efectivamente, hay veces en las que no sabríamos qué responder. ¿Por qué estamos tan serios? Lo de menos es tener o no tener motivo. Lo demás es que si estamos serios, además de no mejorar en nada, empeoramos nuestra propia sensación. Y la de los que nos rodean.
—Anda, acércate al espejo…, y ríete de ti mismo. Te lo pide el villano de Batman.
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Fotografía de Nuria Pérez, realizada en Londres