Está surgiendo en el mundo anglosajón sobre todo, este tipo de representación artística que ya algunos artistas japoneses exploraron a mitad del siglo pasado. Son collages de trozos de revistas, pegados tras ser rotos y donde se remarca las cicatrices de la rotura, pegadas sobre bastidores de tela o papel grueso, y sobre los que se hace alguna intervención de aguadas para enmarcar o resaltar algunas zonas.
Estas obras o bien se pegan en la pared o se venden para enmarcar, tras el consiguiente barniz para protegerlas. Empiezan a verse en las calles de algunas ciudades americanas e inglesas.
Esta obra que mostramos es del artista Mike Falcon, un artista autodidacta cuyo trabajo evolucionó desde sus primeras incursiones de graffiti en Venice Beach, California y Nueva York. Incorporando la influencia de artistas como Basquiat, Warhol, Mimmo Rotella y Jackson Pollock.
Experimentos de Mike Falcon con nuevos medios y técnicas llevaron a su actual trabajo sobre lienzo a numerosas exposiciones de galerías en Europa y en todo Estados Unidos.
En 2006 llegó a su propio estilo con materiales impresos creando obras casi abstractas mediante la aplicación de múltiples capas de tiras de collaged, incrustado con mensajes codificados a través de logos de palabras, siluetas de sombras, iconos culturales reconstruidos y fotografía.
Superhéroes, figuras pop y obsesiones culturales abundan en el trabajo de Falcon, yuxtapuestos con sus omnipresentes símbolos de palabras. Su obsesión por el gráfico se nutre de su experiencia en la arenosa periferia del paisaje urbano de Nueva York, donde las paredes publicitarias enyesadas revelan sus historias capa por capa. Su caos profundamente organizado combina este aspecto arenoso del paisaje urbano fotográfico, con una visión irónica de la escena cultural americana contemporánea.