En este caso os dejo unas imágenes de “mandalas” ya pintados con rotuladores, esa nueva moda que se vende como una herramienta para tranquilizar espíritus, y que en realidad es reconocerle al ARTE su capacidad para relajar mientras se realiza.
Hay muchas técnicas pictóricas donde el dibujo pierde su función de representar exactamente lo que todos creemos ver. Atreverse a pintar con los dedos también es muy tranquilizador.