La artista mexicana Teresa Margolles ha presentado en Barcelona un trabajo (Fuerza centrífuga, comisariada por José Luis Corazón Ardura) contra la exclusión social, contra la pérdida de la hospitalidad y el acogimiento, mostrando lo sencillo que resulta provocar el rechazo social, la prohibición para entrar en un país, aunque vayas con deseos de contemplar, de vivir pacíficamente, de construir ideas.
Y el montaje artístico era muy simple. Tanto que a muchos les podría parecer un montaje NO artístico. Y entraríamos a preguntarnos aquí: ¿Qué es el Arte?
Durante un corto espacio de tiempo, puso en este pasillo tres enormes ventiladores, de los que se emplean para los efectos especiales en el cine, que impedían a los espectadores avanzar y entrar a la sala. Quería generar la sensación de impotencia, de parada obligatoria sin entender bien por qué. Buscaba rechazar la entrada, impedir que se pudiera avanzar. Crear angustia del que no logra demostrar que tan sólo desea entrar a un lugar que hasta ese momento consideraba normal y fácil de poder entrar, y no un lugar de rechazo, de impotencia por ser un visitante considerado extraño, no deseado.