Una hoja viuda que intenta sacar su brillo y color a la calle, es siempre un objeto de encanto. Quiere volver a disfrutar del sol, de la luz, del calor. Quiere seguir viviendo a la vida de la contemplación de los demás, en sociedad junto a sus recuerdos. Quiere salir a la calle. Algo normal, en toda hoja de vecino.