Vivir en un Palacio con un bicho como este sujetando la balconada, es como poco un ejemplo del tipo de personajes que vivían dentro. Saber que debajo de tu dormitorio o de tu despacho, tienes a un tipo de piedra que estas miradas, incluso si es para asustar a los que vengan a visitarte, deja un detalle de tu personalidad, como poco curioso.
Aquí vemos una figura en relieve de un ser medio pez medio hombre, saliendo de una concha, con una cabeza cubierta por cabellos que se convierten en un tronco de parra, y cuyas ramas están sujetadas por los brazos del personaje.
A modo de monstruo o demonio y con una fortaleza a prueba de problemas, está sujetando una de la ventanas balconadas del palacio. Un ejemplo del estilo romántico del momento.