Hoy voy a dejar un Picasso para disfrutar del sábado, una mujer con dos narices al menos, que ensimismada está pensando tal vez sobre nosotros, que la estamos contemplando. La realizó Picasso en el año 1939. La tituló “Mujer sentada acodada”, y sin duda hay que reconocerle a Picasso una cierta osadía en la representación de su peinado. ¿Sólo por su peinado?