Muchas veces es una simple luz la que nos lleva la mirada de un lugar a otro, provocando nuestro actor de mirar de forma instintiva pero provocada.
No son volúmenes ni formas, solo es luz la que nos atrapa, la que nos llama desesperadamente.
Huimos de lo gris, buscamos el color, pero sobre todo buscamos el color que contraste con su entorno, el color con luz.
Que se unan colores complementarios… y que salga ganando el que mas nos atrape en ese momento.
Si todo el entorno fuera cálido y brillante, unos toques de gris neutro y apagado en el centro serían los que nos obligarían a mirar.
No son volúmenes ni formas, solo es luz la que nos atrapa, la que nos llama desesperadamente.
Huimos de lo gris, buscamos el color, pero sobre todo buscamos el color que contraste con su entorno, el color con luz.
Que se unan colores complementarios… y que salga ganando el que mas nos atrape en ese momento.
Si todo el entorno fuera cálido y brillante, unos toques de gris neutro y apagado en el centro serían los que nos obligarían a mirar.