Dentro del arte hay algunas actividades que nos hemos acostumbrados a separar de esta disciplina, como minusvalorando su creatividad, su calidad artística, su incidencia en los conceptos de motivación visual, por el simple hecho de que están realizados por encargo (como trabajaba Goya o Velázquez) o porque sirven para un objetivo claro, que es vender.
Me estoy refiriendo a la publicidad, al diseño gráfico, a la fotografía publicitaria.
Os dejo dos anuncios de El Corte Inglés de esta misma semana. Dos ejemplos claros de que si ambas obras no llevaran textos o logotipos, serían consideradas dos obras de arte.
Sin duda la de la izquierda es surrealismo puro que Magritte firmaría. El concepto del de la derecha es una idea calcada de fotografía de moda americana de los años 50, hoy muy aplaudida. El arte impregna muchas más cosas de las que nos imaginamos.