Siempre me han interesado los pequeños negocios, los trabajos particulares, los autoempleos, el arte y la música. Todo ello está aquí.
Un solo hombre y tres instrumentos musicales tocados a la vez. No es posible pedir más, pues aunque no lo podamos saber por la imagen, sonaba muy bien en una de las zonas más conocidas de Dresden.
Estas persoans que nos llenan las calles de otro color, con otro sonido, son muchas veces los que dan vida a los grandes monumentos casi muertos. Las piedras también necesitan vida.