José Orús fue un artista autodidacta muy vinculado a los movimientos culturales de Zaragoza, amigo de los Labordeta y pintor desde muy joven, que ya en el año 1960 y con una edad de 30 años, empieza a emplear pigmentos metálicos en sus obras hasta convertirlas en además de originales, auténticos elementos donde se junta la forma, el volumen, con la luz y el color. Trabaja el espacio en una dimensión inmensa, aunque sus cuadros sean pequeños o medianos, creando movimientos con la luz que cambia según la iluminación que reciben sus obras.
Su trabajos con luz negra son un simple mundo artificial que lleva al espectador a un lugar desconocido, donde el arte se apodera de la estancia, adueñándose de la persona que mira.
En la Sala Sástago de Zaragoza y hasta enero de 2017 hay una retrospectiva de José Orús, con entrada gratuita, para deleitarse con sus obras.