Daría igual a qué Gran Señor se le ha dedicado esta tumba, a un tal Julio. No lo conocemos, no es español, pero debió ser un guerrero que leía mucho por sus añadidos. Armas y libros. Pero estamos en un blog de arte y deberíamos fijarnos en la finura del trabajo de la escultura barroca. En los detalles de la ropa, en su posición mirando al cielo como soñando con lo que leía. Si estuviéramos en España podríamos pensar en Don Quijote. Pero no lo es. Aunque sea un soñador.