Pintar cielos y aguas de mar son siempre dos ejercicios complicados cuando se está aprendiendo. Pero en realidad es de los más sencillos, pues tanto en uno como en otro ejemplo natural se pueden dar todas las posibilidades de colores y formas.
El pintor zaragozano Eduardo Salavera hizo esta obra titulada “El agua viene de poniente”, en el año 2008. Se compone de dos cuadros, posicionados uno debajo del otro. Cielo y agua.
Color, fuerza, formas que en nada son naturales pero asemejan perfectamente las luces y las sombras de un día de tormenta, de un amanecer o un atardecer de los potentes, y donde Eduardo Salavera juega precisamente con los brochazos naturales pero bien medidos para crear el efecto de las propias texturas del cielo y el agua.