El Muro de Berlín, como lienzo, fue un ejercicio inmenso a favor de la paz empleando el arte efímero y el grafiti como elemento de escritura social. Dibujos sencillos, a veces impactantes, muchas veces gritos, las más una forma de protesta occidental contra lo que que encerraba aquel Muro de la tristeza en mitad de Europa. Esta obra es del artista Thierry Noir.
Todos los trozos que se desmontaron del Muro de Berlín o se vendieron a trozos o se entregaron a ciudades que los reclamaron como muestras de dolor y libertad. Hay, que yo haya visitado, uno junto al Parlamento Europeo en Bruselas y este en Frankfurt, pero habrá muchos más. Es arte, es color, sigue siendo grito a favor de la libertad, es un lienzo efímero, es un recuerdo del que debemos aprender y no olvidar que los seres humanos, a veces, somos idiotas. Pero sobre todo es también arte.