Oswaldo Vigas fue sobre todo un gran muralista de Venezuela, pero que también tuvo gran éxito y aceptación como pintor vanguardista en América Latina, aunque también hizo escultura, grabado, cerámica e incluso tapicería, tocando muchos materiales con los que transmitía sus visiones de paisajes y sus personajes.
Esta obra la traemos aquí como ejemplo de una técnica bastante empleada en la pintura de vanguardia, que es la de remarcar las formas con una línea contínua o discontínua de color fuerte, generalmente negro, donde ayudan a sacar formas, como un boceto de dibujo esquematizado, que ayude a separar colores y volúmenes.
Este trabajo mixto entre manchas de color, líneas que remarcan y finalmente y por encima de todo, otras manchas de color mucho más fino y detallado para terminar de mostrar las luces y las sombras, es sencillo de practicar para aprender y para que dentro de ese caos aparente de manchas, resulta más sencillo el leer la obra.
Son pues al menos tres fases bien diferentes del proceso de creación. Manchas de color. Líneas oscuras que marcan y dibujan. Líneas de color, blanco o negro que terminan la obra y colocan cada volumen en su lugar definitivo.