La ilustración es también arte, aunque no siempre se considere así. Este cartel del año 1924, de las Olimpiadas de París, es un ejemplo claro.
No solo refleja, retrata el momento en el que se hace, fotografía con arte una sensación, sino que además al verlo nos motiva en una alegoría a la belleza (por cierto solo masculina, con jóvenes depilados y con una ropa interior curiosa) de los deportistas, de la juventud, de la lucha por ganar.
Es un cartel publicitario, sin duda, pero también una obra realizada por encargo para mostrarnos belleza y para levantar ánimos y mover conciencias. Para mi…, arte.
No solo refleja, retrata el momento en el que se hace, fotografía con arte una sensación, sino que además al verlo nos motiva en una alegoría a la belleza (por cierto solo masculina, con jóvenes depilados y con una ropa interior curiosa) de los deportistas, de la juventud, de la lucha por ganar.
Es un cartel publicitario, sin duda, pero también una obra realizada por encargo para mostrarnos belleza y para levantar ánimos y mover conciencias. Para mi…, arte.