18.8.16

No ha ido mal el día ciego, del músico de jazz

Guitarra, partitura, gafas de ciego, barba, pantalones a juego. La chica viajera le dejó unas monedas por su música, por romper el silencio con un jazz muy agradable. 

El ciego mira al horizonte aunque su rabillo se baja un poco para ver cuánto. La chica ya sabe cuánto. Menos de lo que se merece. Su enorme bolso la delata como turista, su pantalón también la delata. 

Las gafas oscuras del cantante de jazz también nos delatan que no es ciego, sino un hombre al sol. Es de tarde y quedan pocos horas para completar el jornal. No ha ido mal el día.