Uno se imagina el agua del mar transparente, o gris, tal vez azul verdoso, incluso cían suave. Pero casi roja no.
Este mar es así en la zona de Marruecos más cerca de Esauira, amarronado y turbulento, opaco y amenazante para los que nos acercamos a contemplarlo pues sólo de pensar en caer ya te entra canguelo.
Es como una enorme taza de chocolate con leche con tropezones en forma de barcas.
Este mar es así en la zona de Marruecos más cerca de Esauira, amarronado y turbulento, opaco y amenazante para los que nos acercamos a contemplarlo pues sólo de pensar en caer ya te entra canguelo.
Es como una enorme taza de chocolate con leche con tropezones en forma de barcas.