Esto es un foco natural, un reflector que ilumina suavemente la calle. Es un respirar en blanco, un mirar y asumir que la naturaleza lo inventó antes que los humanos, que al final somos parte de ella misma. Pero nunca tan delicados, tan suaves, tan dulces y arrogantes desde la debilidad de algo tan impotente para defenderse ante nuestras manos.