El verano y en muchos lugares va unido al mar. Pero el mar en invierno tiene otro sabor, otros colores, diferentes sensaciones.
El mar en invierno es tranquilo, duro, brutal cuando se despierta, agradecido si sale un día de sol potente de febrero.
En verano los afortunados se mueven con barcos y las mayorías se apilan en arenas llenas.
¿Han probado a tumbarse al sol sobre la hierba del Pirineo? ¿a lanzarse al agua brutal de balnearios, spa o piscinas de cualquier localidad del interior?
La tranquilidad llena estos lugares si no se dispone de yate. Que lo sepas.
El mar en invierno es tranquilo, duro, brutal cuando se despierta, agradecido si sale un día de sol potente de febrero.
En verano los afortunados se mueven con barcos y las mayorías se apilan en arenas llenas.
¿Han probado a tumbarse al sol sobre la hierba del Pirineo? ¿a lanzarse al agua brutal de balnearios, spa o piscinas de cualquier localidad del interior?
La tranquilidad llena estos lugares si no se dispone de yate. Que lo sepas.