Diksmuide es otra palabra aleatoria que se ha plantado en mi Google y que en realidad ha salido de la nada, como el que no sabe qué hace.
Y resulta que es el nombre en flamenco de la ciudad belga de Dixmuda. Bien, ya tenemos otra aleatoria manera de ver mundo, a costa de ver palabras. Estamos hablando de 16.000 personas que ni se puede imaginar que un orate español se ha encontrado sin quererlo con su localidad.
Yo mismo, cuando hoy me he levantado de la cama, no podía sospechar que me iba a encontrar con este paisaje. Somos lo que queremos ser, somos aleatorios, somos impredecibles.