Es la mezcla de una dama llorando y una cucaracha superpuesta encima no sabemos si formando parte de la obra original o en un segundo intento por dejar su trabajo alguien diferente al primer artista. Más posiblemente esto segundo. El rostro ya era suficiente para crear algo de angustia con su mirada y no necesitaba más bichos. Aunque si la miramos con atención, tal vez la dama no estaba llorando en el momento de su construcción, y una segunda intervención de otra persona le añadió los llantos y entonces estaríamos ante tres intervenciones en una sola obra. Mucho.