Esas pequeños “artes” que se nos ofrecen por las calles, a veces se convierten en bocanadas de luz, de color, de alegría. Esta puerta de garaje es uno de esos ejemplos.
En Madrid, en esas calles a veces sucias y llenas de pintadas absurdas y papeles pegados por todos los sitios, encontrarse una pared limpia y bellamente decorada, con una obra sencilla pero que cumple muy bien su función, es de agradecer.
Al Arte debe ser también popular y repartirse por todos los lugares posibles. Y el Arte Urbano cumple esa función.