Ayer tuve la oportunidad de ver la película “La vida empieza hoy” de Laura Mañá, donde en unas historias corales se habla del sexo en la tercera edad con suavidad, respeto, claridad y dulzura. Con ese arte que tiene el cine para contarnos historias normales de una forma especial, para hacernos soñar. Mientras vemos el trabajo de Laura Mañá estamos viviendo como los protagonistas, parte de sus vidas. Eso es el arte del cine, hacernos creer desde la nada, que aquello además de posible, está sucediendo.
La mezcla de sexo y tercer edad parece en algunas mentalidades oxidadas un sinsentido, cuando en realidad es una realidad básica y simple. Estamos vivos hasta que dejamos de estarlo. El sexo es a partir de cierta edad una mezcla de cariño, respeto, compañía, auto necesidad, vitalidad y normalidad. El amor es también la suma de muy diversos comportamientos entre los que la simple compañía, el respeto, la cálida relación, el amor tranquilo, los recuerdos y la seguridad brillan por sí solos, acompañando a la vida que avanza. El sexo puede ser arte de convivencia, de relación, de amistad, de seguir vivos y notarlo.
El sexo es sensaciones, es vida, es tocarse, es disfrutar, es vivir. El sexo es además de muy necesario a todas las edades, parte de nuestra vida que debemos seguir explorando en todo momento. Lo necesitamos como personas, pero también lo necesita nuestra mente para seguir activa y funcionando. El sexo en compañía o el sexo en solitario. Y si hay dudas, ver la película “La vida empieza hoy”.