Entre 15.000 y 20.000 años hace ya que unas personas (sin duda personas) crearon arte en Santillana del Mar en la zona de Altamira. Arte primitivo, sin técnicas comparables a las actuales, pero que necesitaron una reflexión para elegir el tipo de pintura, las figuras, su distribución en los espacios de la cueva, y que sin duda deseaban mostrar “algo” que no siempre en la actualidad tenemos claro. ¿Eran imágenes religiosas aunque fueran animales o bestias? ¿Se buscaba unos añadidos mágicos a una gran sala en búsqueda de algo en concreto? ¿Estamos ante unas representaciones que buscaban algo en concreto para los visitantes de aquellos tiempos, buscar la fertilidad, tener símbolos de caza y supervivencia, ser el techo de una zona donde se practicaban algunos ritos?
Lo cierto es que es arte, que se intentó reflejar un mensaje, un deseo, una tarea, algo que sin duda a la inmensa mayoría de los que las visitaban les produciría sorpresa, respeto e incluso temor. Se empleaba el arte como un medio de expresión para producir “algo” en los que se encontraban debajo de ellas. Alguien utilizaba el arte para dominar, para influir.