Ya en su momento dije que las ventanas sirven para asomarse o simplemente para ver y mirar. Pero también para que te vean, para que desde fuera sepan qué se esconde detrás de lo negro. Los árabes entienden mucho de esto y por eso crean sus fachadas sin ventanas bajas, al revés que los judíos que las creaban y amplias para utilizarlas en la venta de productos como si fueran un escaparate. Son distintas formas de entender la ventana en el urbanismo.