Muchas veces soñar es tan sencillo como imaginar.
Aquí hay un ratón simpático, del otro no se intuye su carácter.
No es un ladrillo, es un simple roedor que quiere salir de la pared.
Ya no es una pared, es una pequeña obra de arte.
Aunque en realidad no es tampoco una obra de arte, sino una imagen, un guiño a la mentira.