La muerte sobre el suelo puede ser incluso hermosa. Depende del momento, de la mirada, de los colores que la envuelven, de la naturaleza que la arrope. Los cementerios son esos lugares de descanso que muchas veces parecen muy grises, apagados, sucios, desordenados. pero no siempre es así. El culto a la muerte nos lleva a veces a cuidar los paisajes, a introducir dentro de las grandes ciudades cementerios que forman parte de las zonas verdes, de los parques, como un elemento más de la vida urbana. Depende del tipo de sociedades. No siempre los muertos van al cielo, a veces se quedan en la tierra.