El humor también es surrealista. Incluso muy super realista. Hay artistas digitales que son capaces de soñar con lo imposible, y plasmar en una falsa pared de un servicio americano lo que muchos de ellos desearían tener. Pero la realidad siempre es otra, y no es fácil cambiarla con un clic de ratón. Aunque la estética de los sueños sea bella y resulta amable y risueña.