El cuadro que vemos en la entrada, y en sus tres versiones se titula “Censo en Belén” o “El empadronamiento en Belén” obra el primero del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo. Es un óleo sobre tabla, pintado en el año 1566, y mide 115,3 cm de alto y 164,5 cm de ancho.
Se exhibe actualmente en los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica de Bruselas, Bélgica, aunque es de la colección de arte de Amalia Lacroze de Fortabat, Argentina
El tema del empadronamiento en Belén, derivado del censo decretado por el emperador Augusto, y descrito en el Evangelio según San Lucas, no es muy frecuente verlo representado en el arte.
En este caso Pieter Brueghel el Viejo pinta un paisaje nevado, en el que las figuras de los protagonistas son de pequeño tamaño y aparecen perdidos en el entorno nevado.
No es una representación de la sociedad de aquellos tiempos, es más un divertimento donde vemos a la sociedad de los Países Bajos en los años en que fue pintado el cuadro, gobernados por España de una forma un tanto déspota y con graves problemas de convivencia y pobreza.
Es de destacar la sencillez con la que retrata a José y María subidos en el burro y arrastrando una vaca en medio del cuadro. Como también la escena de la izquierda donde se agolpan decenas de viajeros en un intento por encontrar techo para dormir en ese día de desplazados.
Los otros dos cuadros son variaciones del primero, posteriores y realizados por Pieter Brueghel el Joven, el hijo primogénito del primero, y que gran parte de su obra está constituida por variaciones de cuadros realizados por su padre.
El tratamiento es muy similar pero el detalle de las figuras y el color confieren a sus obras un pequeño toque naif, mucho más suave que su padre en las texturas de los elementos de las obras.