Las piedras también nos miran, quietas ellas lo que produce más sinsabor. Una piedra nunca es dulce, siempre es dura. Pero porque no les miramos sus problemas.
Si nos atreviéramos a chuparlas, algunas se disuelven en la boca, otras te pueden envenenar.
Como las personas.
Si nos atreviéramos a chuparlas, algunas se disuelven en la boca, otras te pueden envenenar.
Como las personas.