31.1.16

Una abeja en flor, trabajando para ahorrar

Aquella abeja me lo puso fácil, estaba absorta con su alimentación, recogiendo todo lo que podía y me pude acercar lentamente hasta tenerla a disparo. 

Creo que nunca me miró, que incluso ni se percató de mi presencia. Y yo casi tampoco, más pendiente del enfoque que de sus movimientos.

Era una de mis primeras abejas. 

Era Canfranc en Huesca.