Impreso en tipografía pero con una trama muy fina para este modo de impresión y aquellos años, y demuestra lo muy bien que se realizaban trabajos cuidados con métodos muy costosos y arcaicos, pero con mucha profesionalidad en los fotograbados de la época y en los impresores que con papeles malos hacía auténticas maravillas aunque de forma manual y lenta.
Se imprimió en la Imprenta de Jaime Ratés de Madrid. No conozco al autor de la ilustración original.