Son dos obras sencillas, de mucho colorido y luz, que nos permite practicar con técnicas sencillas pero muy efectivas para aprender a dominar pinceles, manchas, color, y que además podemos adaptar a cualquier paisaje propio al que deseemos imprimir un carácter parecido al de estas dos muestras.
Perfectas para óleo o acrílico e incluso acuarela. Se prestan pues a todo tipo de soporte y de materiales.
Para aprender, sobre todo hay que practicar. Y no se trata de copiar, sino de aprender basándonos en las técnicas que ya se utilizan.
Fijaros en el uso de las líneas negras para remarcas volúmenes, e incluso en el ejemplo de la derecha, de las líneas blancas que vienen de manchas sin rellenar hasta los perfiles.