Una pareja de flores, de amigas, de sensaciones, de colores contra el blanco. Una simple pareja. Estas flores se abren a la luz y llenas de morados las paredes, pero en cuanto las sombras se empiezan a apoderar, se encoges sobre sí mismas y se arrugan.
Aun así, siguen siendo maravillosas.
Aun así, siguen siendo maravillosas.