Silvestre Pejac está considerado como uno de los artistas callejeros, con perdón de la palabra, más importantes de España. Su mágico Art Street son un canto a la libertad, al trabajo en común, a la sorpresa y a la naturaleza más básica pero desde un punto de vista muy personal, donde juega con las miradas originales de situaciones muy simples y lógicas. Sus trabajos empiezan a ser conocidos en todos los ámbitos y está considerado por su forma de ver —y obligar a mirar sus obras— el Banksy español.