Jean Michel
Basquiat nació en Brooklyn en el año 1960 y murió muy joven, a los 27 años,
después de una vida muy intensa y sobre todo siempre en el límite entre el Arte y las malas conductas contra la salud. Vagabundo varios años fue precursor en el
arte callejero, con una crítica muy ácida hacia la sociedad desde su visión
intelectual pero dentro de un mundo de subcultura, de bandas callejeras, de
drogas y pobreza, de racismo y de trabajo en la calle. A los 20 años tuvo su
primera exposición colectiva de grafiti y a los 21 su primera exposición
individual. A partir de ese momento su importancia en el mundo del arte crece y
se convierte en un icono del arte pop más salvaje, más anti intelectual aun que
su formación era alta y su calidad artística pura y arcaica pero sólida e
inmortal.
SAMO es el
acrónimo con el que firmaba y eras (casi) las iniciales en inglés de su frase: “la
misma vieja porquería de siempre” y la palabra con la que firmaba sus obras de
calle, sus grafitis junto a su amigo Al Díaz.
“SAMO pone fin
al lavado de cerebro religioso, a la política de la nada y la falsa filosofía”.
“SAMO sirve para
salvar idiotas”