El arte efímero de lo efímero. Todo es temporal, la Navidad o el anarquismo. Incluso los símbolos, las pinturas, la escritura, la mirada, tú o yo. Pero siendo temporal a veces es posible disfrutarlo, verlo y recordarlo. Mientras eso sucede no es efímero, es real, aunque esté medio tapado por la censura, aunque esté desmontado por los obreros que ayudan al desmontaje.