Este cuadro de finales del siglo XVIII nos retrata a la sociedad opulenta de Madrid que iba a la Feria de la Cebada en la plaza de su nombre en busca de muebles, comidas, alfombras o cerámicas y lozas para las viviendas. Pero yo me fijaría en los vestidos, en las formas tan opulentas de vestir la clase alta de aquella época, poco cómodas la verdad, que contrastan entre ellas. El cuadro es de Manuel de la Cruz y Cano.