A veces un satélite no está en los azules sino en los rojos. No vuela sino se asienta. No está sobre las cabezas sino a la altura de la cintura. Eso depende del que lo crea y de sus peculiares formas de volar.
Casi todos los satélites vuelan, incluso los que están atados a las paredes. Este mismo está volando ahora hacia Latinoamérica. No sabremos nunca cuantas vueltas dará por todos los mundos.
Esta obra está en el Distrito Universidad de Zaragoza.