Estas flores son de la zona del sur de Asia, carnívoras ellas, pero suaves pues no muerden, y dentro de la flor y por efecto del agua que recogen con su forma de trompeta o de vaso, se forma un caldo asqueroso y dulce donde caen los insectos al intentar chupar del frasco y quedan atrapados en el líquido pegajoso para el resto.
Para más imposibilidad de huir, la flor tiene unos pelillos internos dirigidos hacia abajo, lo que imposibilita a los pobres bichos salir, pues es como una canasta de coger cangrejos…, que te dejan entrar pero no puedes salir.
Son hermosas trampas trepadoras que cubren rocas o paredes, mostrando a la luz —que nunca al sol— sus copas asesinas de insectos en busca sobre todo de sabrosas moscas que son más gruesas y tiene más sabor.
Son hermosas trampas trepadoras que cubren rocas o paredes, mostrando a la luz —que nunca al sol— sus copas asesinas de insectos en busca sobre todo de sabrosas moscas que son más gruesas y tiene más sabor.
El sol les joroba mucho, como a los vampiros. Todos los que comen sangre que no les pertenece suelen ser de poca luz solar.
Para más curiosidad tienen flores macho y flores hembra, aunque no queda nada claro qué tipo de flor es la que más bicho se come con su apestoso caldo pegajoso. Adivínenlo ustedes, pero no metan el dedo.