Hay retablos religiosos que son auténticas
obras maravillosas en donde se refleja la escultura y la pintura a partes casi
iguales, hasta lograr escenas imaginarias que bien representadas nos pueden
trasladar a mundos inmateriales para atrapar fe y convencer de su existencia.
No había otras maneras de convencer que representando lo escrito con bellas imágenes
artísticas. Este retablo de Ávila en alto relieve es de Gregorio Fernández del
siglo XVII, representando a Santa Teresa de Jesús en la iglesia de su nombre.