Las postales sirven para llamar la atención, para llevarte en un cartón el recuerdo de una mirada. Lo normal hasta hace un par de décadas era que las postales tuvieran nubes, curiosidad de los editores, nubes que lograran llenas los cielos de contenido.
Pero nunca nubes de lluvia, pues en España no llovía, aquí siempre había que publicitar que el sol era fijo.
Detalle, color en exceso, miradas normales y recuerdos de viaje. Como escribo desde la gran ávila pero sin ordenador, la calidad de la imagen no es ni de lejos de postal, pero me apetecía contaros algo de las postales.