Un sencillo reflejo nos distorsiona la realidad hasta entregarnos otra visión de la verdad. Pero sigue siendo verdad. No tenemos que cambiar nuestra forma de observar pues ella misma ya se ocupa de ponerlo fácil.
Miramos en conjunto y este nos engaña, pero si encuadramos en el detalle vemos aquello que nos quiere mostrar la realidad. Tal vez algo irrealmente real.