También la arquitectura es un arte complejo que aguanta muy bien el tiempo. Este torreón de Doña Urraca en
Covarrubias, con más de 1.000 años sobre sus paredes, es un ejemplo militar de
arquitectura donde no todo lo que vemos es lo que parece. Realizado como
auténtica fortaleza que sirviera para poder defender una posición estratégica,
contaba con los grosores y la potencia de defensa como para albergar dentro a
las familias de los nobles de la zona, si quedaba sitiada la zona. Incluido un
pasadizo secreto que sirviera para huir o para traer comida y bebida desde
otras casas de la zona.
Pero si nos fijamos en el detalle de lo
que parecen balcones, veremos que en realidad eran defensas tapadas para no
recibir desde fuera disparos pero en cambio poder desde ellas repelar a quien
intentara trepar por sus paredes. Fernán González que fue quien lo mandó
erigir, lo diseñó pensando en la defensa activa, sobre los cimientos de otro
torreón romano que existía en el mismo lugar estratégico. Se considera la
primera defensa militar de Castilla al ser construido el mismo año que se funda
Castilla, el 942.